Carlosluis no sabía pintar. Él viene del mundo del diseño gráfico, (es un capo). Pero en su afán de ampliar su capacidad creativa un día decidió meterle mano a las artes plásticas. Como no dominaba bien las técnicas pictóricas tradicionales, decidió hacer collage, pintar con materiales o desechos de productos que tenía a su alcance en vez de usar pigmento. Esto unido al dibujo y recortes de revistas, etiquetas, en incluso a su propia gráfica impresa. 

Tiene una fascinación por los supermercados. Allí es donde acude para abastecerse de la materia prima para la producción de su arte. De alguna manera encuentra en los productos de limpieza; y ahora en los pañales (ya es papá), los pigmentos y soportes necesarios para pintar. Asumo que esta fijación en los productos de consumo masivo viene por el lado del diseño gráfico e industrial, el uso del color como herramienta de marketing para llamar la atención de las masas.

Con estos ejercicios gráficos-pictóricos Carlosluis (como buen milenial) aborda sus pensamientos y preocupaciones existenciales, lo banal y rutinario del día a día como ser un adulto, tener una familia y hacer las compras todas las semanas.

Sin querer, Carlosluis descubrió que en ese "proceso" creativo está el "éxito". Aquel momento inicial de libre experimentación de ideas y materiales en donde nos permitimos (como artistas) jugar, probar y equivocarnos. Este proceso experimental lo asume como parte de su trabajo tanto en la Publicidad como en las Artes Plásticas, y quizás nos sirva de ejemplo a los artistas a que sigamos siempre probando, cambiando y no caer en lo mismo de siempre, así como cuando vas al comisariato y eliges la misma pasta de dientes.

David Orbea Piedra. (Otro milenial)

Noviembre, 2024.

Museo Municipal de Guayaquil